Estuvo situado a la altura del hoy conocido como Corral del Carbón (ver mapa). Se realizaría en el siglo XIV, de la misma fecha de construcción de la Alhóndiga Yidida (o nueva). Este almacén de mercancías se situaba de forma estratégica en una zona en la que se situaba cerca en Zacatín y la Alcaicería.
Grabado de John Frederick Lewis (1833-34) Puente del Carbón aguas arriba, con perspectiva desde la Plaza del Carmen |
Precisamente para comunicar la Alhóndiga con esa zona comercial se construye el puente citado, denominado entonces como la anterior, qantarat Yidida (o puente nuevo). Además, en la zona cercana a la Alhóndiga se situaban también una gran cantidad de talleres, curtidurías y telares en la zona cercana al río, y una gran cantidad de alfareros en la zona más cercana al Realejo. Por tanto el puente se concebía como fundamental para la vida de una parte de la medina que incrementó su población de forma notable en estos siglos.
'El Darro por Granada'. Grabado de David Roberts. 1834. Se observa el puente del Carbón, y la torre del también desaparecido Convento del Carmen (actual Ayuntamiento). |
En tiempos cristianos la Alhóndiga tuvo una gran diversidad de usos, hasta denominarse Corral del Carbón, motivo por el cual el puente tuvo su nuevo bautismo con el que fue conocido hasta su destrucción para realizar el embovedado.
Se conserva alguna ilustración del puente, que disponía de arco de medio punto, con dovelas y pretil de sillería, y el resto de sillarejo. Estaría también reforzado en el lado norte, por el que el río causaba mayor erosión debido a la curva del mismo en esta zona.
Imagen actual del punto en el que se situaba el puente. Convertido en un insulso paso de peatones en calle Reyes Católicos. |
Al igual que el resto de puentes, tuvo muchas reconstrucciones y refuerzos, pero se mantuvo en uso hasta bien entrado el siglo XIX, en el momento de realizar el embovedado de esta zona del río. Otro atentado contra el patrimonio de esta ciudad, fruto de la influencia de una supuesta 'intelectualidad' que aconsejaba una limpieza del centro.
Será ahora cuestión de la imaginación del observador, que cuando pasee por esta céntrica calle se construya la imagen virtual de lo que actualmente podría ser este entorno con este puente sobre el río Darro.
Seguimos caminando...
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2 comentarios:
Interesantísimo. Si miras en mi blog, verás que tengo enlazado el de Bruno Alcaraz. Él se ocupó hace unos meses de los puentes del Darro.
Un saludo,
Alberto Granados
Sin duda alguna. Son muchos los autores que desde su desaparición por la ciudad, han escrito acerca del Darro y añorado su paso descubierto.
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