sábado, 28 de abril de 2012

Ruta de Senderismo: Vereda de la Estrella - Cortijo del Hornillo

Aprovechando que las temperaturas se van moderando en la primavera volvemos a caminar por la floreciente naturaleza de Sierra Nevada. Ha sido un invierno bastante seco, aunque las lluvias de inicios del mes de abril han recuperado el verdor de esta zona de la montaña.

Comienza la ruta en la confluencia del río Genil con el arroyo (río) San Juan, donde podremos llegar en coche siguiendo la pequeña carretera que viene de Güejar Sierra. Un pueblo que ya por su nombre puede deducirse su origen en tiempos de dominación musulmana, ya que provendría del árabe Qaryat Walyar , que denominaría esta zona ocupada por una alquería o zona dedicada al cultivo intensivo.

Vista de robles melojos con algún pino en la zona central


Se aprovecha el camino que va paralelo al río Genil, una vez llegados al Charcón, que otrora fuese el trazado del tranvía de la Sierra, tan mitificado en estos tiempos como despreciado en su día por las autoridades. Atravesando varios de sus túneles se llega a su término justo en la confluencia de los dos ríos antes mencionados, y es donde da comienzo la conocida Vereda de la Estrella. Debe su nombre a que fue enlace directo con las diversas minas que hay en su trazado, una de ellas la Mina de la Estrella, de donde se extraía  el hierro y plomo tan necesarios a finales del siglo XIX para la revolución industrial.

Por esta razón se tiene un sendero tan amplio en una zona tan escarpada como esta, el cual es aprovechado cada domingo por multitud de personas que disfrutan de un entorno único, sonidos relajantes del discurrir del agua, y demás atractivos de Sierra Nevada.

Cortijo del Hornillo con el pico de la Alcazaba de fondo


En esta ruta se abandona la Vereda al poco de inciarla, buscando una subida que conduce por una vereda más estrecha a las casas de la Hortichuela, donde se están realizando actualmente trabajos de adecuación y recuperación de cultivos tradicionales de mediados del siglo pasado. Se recuerda de esta forma la ocupación que tuvo esta zona durante muchos años para su aprovechamiento agrícola, con diferentes cultivos. De este origen serán las diferentes acequias que cruzaremos en la ruta y que provienen desde muy lejano, siendo un legado importante que también se quiere recuperar.



Llegamos a la zona en la que se encontraban las minas de Serpentina, en pleno barranco del San Juan, mineral cuyo color verde fue muy atractivo desde antiguo y utilizado para adorno de multitud de monumentos no sólo de Granada (Palacio Carlos V, Iglesia de las Angustias, Monasterio Cartuja) sino en otros puntos de la geografía española (Monasterio del Escorial, Madrid). Ahora están abandonadas y cerradas, aunque aún destacan muchos minerales de color verde por el suelo.


Continuamos por el sendero, ahora pista forestal durante un tramo muy corto, pues a la derecha se abre una pequeña vereda, cuya pendiente será más intensa que la que hasta ahora hemos tenido. Nos llevará directamente hasta una amplia zona conocida como Cortijo del Hoyo, uno de los muchos que aquí se podían encontrar a mediados del siglo pasado, como antes comentaba. Siguiendo el sendero, ahora con una pendiente menos pronunciada, llegaremos a un lugar único por sus vistas, acompañados por los característicos robles melojos que ahora se están recuperando y que crecen a su ritmo, pausado pero continuo, aportando un aspecto diferente a otras zonas de la Sierra ocupadas fundamentalmente por pinares.

En un momento dado, se abrirán entre las ramas de los robles las vistas imponentes de las caras norte de los picos más elevados del macizo alpino. Justo donde ya se observa el Cortijo del Hornillo, se visualiza una panorámica que permite observar desde el Cerro del Mojón Alto hasta la Alcazaba y Mulhacén, además de los valles de los ríos Valdeinfierno y Valdecasillas. En esta época aún se conserva mucha de la nieve caída durante las últimas semanas, por lo que el contraste de colores es único.



Observamos que lo que fueran las instalaciones del Cortijo se han adaptado perfectamente como refugio, y volvemos sobre nuestros pasos para comenzar la bajada, que realizaremos por la zona de Cabañas Viejas, también adaptado como refugio, para por una vereda de gran pendiente descender hasta encontrar de nuevo la Vereda de la Estrella. Nos conducirá directamente al punto del que partimos.

Algunos caballos descansando en la zona de Cabañas Viejas

Es una zona que permite realizar mútiples paseos, resultando cada uno ellos diferente al anterior. Así que os invito a disfrutar de la naturaleza, siempre desde la perspectiva del respeto absoluto y manteniendo un especial cuidado de esta zona, sin dejar ningún resto tras nuestro paso.

Por aquí os dejo el detalle de la ruta trazada en GPS, por si queréis descargarla y realizarla con total tranquilidad.



Seguimos caminando...

domingo, 15 de abril de 2012

Visita organizada a La Madraza

Como parte del programa de visitas organizado por el Secretariado de Patrimonio Mueble de la Universidad de Granada, en su séptima edición, se realizan grupos dirigidos por personal versado en la materia de historia del arte para divulgar el magnífico patrimonio arquitectónico y cultural de nuestra centenaria Universidad.

En esta ocasión participé en la visita a La Madraza, edificio en el que actualmente se ubican los servicios del Secretariado de Extensión Universitaria, siendo uno de los pocos privilegiados que pudimos pasear por las diferentes estancias de un lugar cargado de historia y que ha sufrido multitud de transformaciones estéticas y arquitectónicas.

Detalle de la cúpula octogonal del oratorio


Lo primero que he de destacar es que, aunque no era la primera vez que la visitaba, en esta ocasión me pareció mucho más intenso por ser nuestro grupo el único en la estancia, debido a que en anteriores ocasiones siempre había actividad en su interior y supone un impedimento para absorber toda su esencia.

Inicialmente se realizó la presentación de la historiadora del arte que realizaría un resumen de los aspectos fundamentales del edificio. Evidenció en primer lugar la gran cantidad de cambios que ha sufrido a lo largo de los siglos, ya que comenzando en el siglo XIV en el que se construye la Madraza (1349) se han ido sucediendo diferentes usos como el ser la primera Casa de Cabildo (Ayuntamiento) en 1500, hasta en el siglo XIX ser un almacén de tejidos tras la compra de un particular.

Portada actual de La Madraza


La visual de su portada principal es indicativo de que la transformación de la original Madraza ha sido total. Tanto por la extensión como por la organización de balcones y ventanas pertenecientes al estilo barroco, presagian lo que posteriormente se comprueba en el interior que es la ausencia casi total de la original estructura y distribución del edificio que se construye bajo el mandato del sultán Yusuf I.

Se accede por una puerta que en su estructura original sería más estrecha con acceso al zaguán y con un muro posterior que ocultaba la visualización del interior. Allí se encontraría un patio con alberca, elemento esencial de las construcciones de la época nazarí, y que actualmente se dispone como un pequeño patio con arcos sobre columnas. En el suelo del patio encontramos un pequeño hueco protegido por lo que pudiera ser metacrilato, tras el que se observa un suelo de ladrillo. Se trata de uno de los pequeños huecos al pasado que han podido dejar tras la reciente restauración del edificio, la cual contó con un profundo estudio arqueológico dirigido por el profesor Antonio Malpica Cuello. De las diferentes prospecciones se han podido establecer criterios objetivos tanto del origen de la Madraza como de su estructura.

Apertura en el suelo del patio en el que se observa el suelo de la primitiva alberca

Esto que se observa en el patio corresponde a los restos de la pequeña alberca que se ubicaba en el patio principal. Supone, como decía, una ventana al pasado que permite la traslación perfecta en el tiempo y el espacio sin más que dirigir la vista hacia el suelo. Al levantarla se observa lo que actualmente compone un patio en el que sus elementos esenciales son la escalera del siglo XVIII que nos lleva a las estancias del piso superior y la entrada al oratorio y sala de exposiciones.

Cuando subimos por la amplia escalera, hacemos una parada su descansillo para observar el enorme lienzo de Pedro Atanasio Bocanegra, del Bautismo de Cristo, y la cúpula churrigueresca. Llegamos a la planta superior, cuya reorganización se realizaría en los primeros años de dominación cristiana para adaptarla a los usos de Casa de Cabildos. La sala de Caballeros XXIV o sala de Cabildos es de una espectacularidad imponente. Sin duda sorprende su armadura de base octogonal, con dos pares de tirantes, que luce espléndido tras su acertada restauración, que permite observar con más claridad las pinturas de Francisco Fernández (1513). Uno de los detalles de la visita fue la apertura de un balcón de la sala, lo que nos proporcionó una visual de la calle Oficios desde una perspectiva inédita y grandiosa por el entorno.

Armadura de la Sala de Cabildos

Volviendo a la planta inferior accedemos a la sala de exposiciones, ubicada en la zona sureste del edificio y que utiliza la Universidad para realizar muestras y exhibiciones de diferentes artistas, relacionadas siempre con la institución. En ella comprobamos otro de los huecos al pasado que han podido dejarse tras la actuación arqueológica. En este caso se observan los restos de lo que fue un jardín con pabellones ubicado junto al oratorio.

Precisamente será el oratorio el que suponga el último punto de la ruta, en el que la vista se queda nublada ante tanta decoración de mocárabes, que si bien no es la original pues es consecuencia de la restauración llevada a cabo por Rafael Contreras a finales del siglo XIX, sí que es un espacio que puede servir para imaginar la importancia que los constructores de la Madraza dieron a este espacio, en el que se realizarían las oraciones dirigidas al Mihrab. Y aquí también se observan los restos arqueológicos que debido a su amplitud han permitido estudiar los diferentes usos del mismo terreno desde el siglo XI.

Entrada al oratorio


Al salir de nuevo al patio echamos un último vistazo a otra de las recuperaciones realizadas por la Universidad, ya que aquí se han ubicado las puertas de lo que fue el oratorio o capilla cristiana de la Casa de Cabildos. Habían estado perdidas durante mucho tiempo, pero fueron recuperadas por un anticuario y recientemente adquiridas por la Universidad para que todos los ciudadanos puedan disfrutar de esta obra de arte en la que participaron maestros como Pedro de Raxis y Pedro de Mena.

Aprovecho este espacio para felicitar a todas las personas que organizan e impulsan desde la Universidad de Granada este tipo de iniciativas, además de solicitar a quién corresponda que se mantenga cuantos recursos sean necesarios no sólo para su mantenimiento, sino para su ampliación. Sin duda carece de sentido que existan monumentos restaurados en nuestra ciudad y que nadie pueda disfrutar de su belleza y conocer de primera mano su historia. Creo que se puede considerar como la esencia divulgativa que toda universidad debe mantener.

Cúpula ubicada encima de la escalera


Seguimos caminando...

domingo, 8 de abril de 2012

Vigésima novena edición del Concurso "Descubre Granada"

También en Granada se pueden encontrar elementos que podrían formar parte de cualquier novela de intriga o misterio. No en vano se han desarrollado hasta el extremo leyendas y fábulas que en muchas ocasiones se llegan a confundir con la realidad, con el riesgo que supone su confusión con la verdadera historia de la ciudad.

En esta edición del concurso vamos a detenernos un momento en un rincón muy especial de Granada, donde encontraremos algo que pudiera haber sido elemento de búsqueda del famoso Robert Langdon, con un texto como el que sigue:

"Se dirigió entonces el profesor Langdon a la ciudad que, sin duda alguna, se refería el último manuscrito en el que se hablaba de un lugar en el que poder encontrar una nueva pieza de aquel rompecabezas en el que se había convertido su nueva aventura. Su destino era la ciudad de Granada, situada al sur de España, y que como indicaba el manuscrito encontrado bajo la basílica de San Clemente en Roma, había tenido un pasado cargado de dioses en diferentes épocas, con influencias de muy diverso origen, y que habían dejado auténticos tesoros arquitectónicos.


Llegó finalmente a la ciudad para buscar cualquier elemento o pista que pudiera encajar en su búsqueda de la sociedad secreta que pudiera haber desarrollado su actividad en Granada. Cuando paseaba por primera vez por sus calles, notó un magnetismo especial en el ambiente, con una energía muy especial que sin duda podía ser lugar escogido para los ritos de cualquier colectivo pagano.


Sin seguir un itinerario concreto, el profesor se topó de repente con una imagen que le sorprendió, y que no podía entender cómo había llegado allí en su primer paseo y sin que nadie le dirigiese. Estuvo durante horas observando .... "

Pero dejemos esta historia para pasar a nuestra realidad. Se muestra a continuación una parte del elemento completo al que se refiere la narración. Observad con atención:



Pues bien, ahí van las preguntas:


  1. ¿Dónde se encuentra exactamente esta imagen? 
  2. ¿Por qué son tan interesantes los detalles que observa Langdon en ese elemento?
  3. ¿A quién va dirigida la pintura completa en la que se encuentra el detalle que observamos?
  4. Si es posible, continuar con la historia, escribiendo cómo seguiría el siguiente párrafo.

Queda por tanto planteado el concurso, y será proclamado ganador aquel participante que responda de forma correcta y completa a las cuatro preguntas planteadas. Dichas respuestas deberán ser aportadas como comentarios a la entrada.

Recordad que lo importante es aportar cuanta más información mejor. Y más en estos casos en los que el misterio y la leyenda se confunden con la realidad y la historia cierta de los lugares.

¡Ánimo y a participar!



Resolución: Os dejo por aquí la imagen completa de la fachada en la que se encuentra.