sábado, 15 de enero de 2011

El Pilar de Carlos V

Subiendo por el camino de la izquierda, tras haber atravesado la Puerta de las Granadas, paseamos por el bosque de la Alhambra con una gran cantidad de especies de árboles como castaños, álamos, olmos, y muchas otras, cuidados con delicadeza en la actualidad por el propio Patronato de la Alhambra. Esta "alameda" se diseña e inicia en el siglo XVII por mandato de Íñigo  López de Mendoza, Marqués de Mondéjar, aunque en tiempos posteriores sufre transformaciones, como el trazado de los tres caminos para la visita de Felipe V en 1730.
Bosque de la Alhambra


Disfrutando de un espacio único en la ciudad, debido a que los diferentes mandatarios que ha tenido no han destacado por un cariño especial por las zonas verdes, dando siempre ventaja a las construcciones y el asfalto sobre las zonas de floresta. Despacio por tanto debemos caminar para captar la esencia de un espacio que de nuevo está cargado de una magia especial.

Llegamos como por sorpresa a una explanada que servirá de respiro tras la subida. Si vamos dirigiendo la mirada hacia la izquierda conforme ascendemos, tras un cubo de artillería del s. XVI, nos encontramos el Pilar de Carlos V. Esta maravilla fue diseñada por Pedro Machuca y lo ejecuta en 1545 Nicolao da Corte. Es curioso que fue mandada construir por don Luis Hurtado de Mendoza, tercer conde de Tendilla y segundo Marqués de Mondéjar, formando parte de la serie de construcciones dedicadas a Carlos V (junto con la Puerta de las Granadas y el palacio de Carlos V).

Pilar de Carlos V

Sus dimensiones de 11 metros de largo, por 6 metros de alto, con una decoración renacentista de un gusto excelente. Empezando por la zona de la pila se observan tres tableros con mascarones como surtidores, los más característicos de todo el monumento, decorados con mieses y espigas, vides y pámpanos, y flores y frutas respectivamente. La teoría más acertada es la que establece la relación de estos elementos con los tres ríos de Granada: Darro, Genil y Beiro. Los separan pequeñas pilastras con decoración de granadas en las dos centrales, y el escudo de la Casa de Mendoza en los extremos.
Detalle Mascarón con mieses

Detalle Mascarón con vides
Detalle Mascarón con flores













El segundo cuerpo tiene en su parte central una cartela en la que se puede leer "Imperatori Caesari Carolo Quinto Hispaniarum regi", y en los extremos se observan dos angelotes que vierten agua a través de una caracola que sujetan sobre el hombro, bastante deteriorados en la actualidad. En la parte superior, un frontón curvo con el escudo imperial, con sendos angelotes que sujetan delfines surtidores.



Rematando todo el muro que sirve de fondo a la fuente, se observan en los cuatro cuerpos restantes medallones en relieve que representaban a Hércules matando a Hidra, a Frixo y Hele sobre el vellocino, Dafne perseguida por Apolo, y Alejandro Magno sobre Bucéfalo, alusiones al Emperador y a la Orden del Toisón.

Angelote con surtidor
Todo aquel que visite la Alhambra por primera vez debería detenerse ante esta obra durante un buen rato, y disfrutar de la escena mientras reposa en la bancada de piedra situada enfrente. Será uno de los recuerdos que se quede grabado por siempre.

Seguimos caminando...

Para situarlo en el mapa

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