Vista del refugio de San Francisco |
Iniciada esta vía, se va observando una perspectiva magnífica del valle del Genil, quedando a la derecha el lado norte de los Peñones de San Francisco. Por ella se continúa hasta llegar a un sitio muy característico y cargado de historia: el refugio de San Francisco. Es una pequeña construcción que recuerda el albergue que fue, uno de los primeros en realizarse en esta zona. Sería iniciativa de un grupo de amigos que a principios del siglo XX recorrían estos caminos y disfrutaban de su afición: la montaña.
Se denominaron Sociedad Sierra Nevada, y construyen este primer albergue el año 1920, de unas dimensiones mayores que las que se observan en la actualidad. Aún se conserva alguna fotografía del original con la que podremos dimensionar lo que aquí se realizó. Justo delante se realizaría el primer remonte que utilizarían los pioneros esquiadores de esta zona.
Imagen de la década de 1920 en la que se ven las dimensiones del albergue que se construyó |
Refugio de San Francisco en la actualidad |
Continuamos en dirección este, para tomar una vereda luciendo sorprendentes prados verdes en los que se pueden encontrar las magníficas Estrella de las Nieves (Plantago nivalis), descendiendo hasta el mismo río San Juan. En esta época no lleva un caudal excesivo y se puede pasar sin problema, de forma que se ha de subir hasta buscar el nivel de una de las dos acequias que se construyeron en esta loma. Según el puente, vamos por la Acequia de Hoyo Puente, que aún hoy lleva caudal de agua, aunque no llega hasta su destino.
Acequia con agua del río San Juan |
Llegamos sin mucha dificultad hasta la Morra (Morrón de Haza Mesa), cuya subida no es demasiado complicada y nos permite deleitarnos con unas magníficas vistas que incluyen: Güéjar Sierra, el valle del Genil, la Alcazaba, dependiendo del punto en derredor hacia el que dirijamos la mirada.
Vista desde la Morra con Güéjar Sierra al fondo |
Una vez que se haya descansado convenientemente, se realiza el camino de vuelta por el mismo camino. Esta vez con la luz de mediodía se aprecian otros detalles distintos. Tras una caminata de casi cuatro horas conseguimos llegar al origen con el cansancio propio de esfuerzo físico, pero con energía vital recargada.
Os dejo a continuación un mapa de la ruta:
Y un álbum con las fotos:
1 comentario:
Te lo curras, que no veas.
Gracias por la explicación del Partal.
Alberto Granados
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