Plaza de los Aljibes con el Palacio de Carlos V de fondo |
La medida tiene como finalidad mejorar aspectos muy importantes para la ciudad de Granada, como puede ser la conexión entre el Albayzín y la Alhambra, buscando de esta forma que los visitantes del monumento nazarí se acerquen a la ciudad y aumenten sus días de estancia en la misma y, por tanto, una mejora de la maltrecha economía local.
Sin duda que el objetivo marcado es más que oportuno, pero no creo que se pueda conseguir planteando proyectos aislados como el anteriormente descrito. En mi opinión sería más recomendable abordar este tipo problemática desde un punto de vista más amplio, abarcando desde la mejora de los accesos hasta, por ejemplo, los estudios y análisis de las encuestas de valoración de la ciudad por parte de los que la visitan. De la información obtenida de esta investigación seguramente se obtendrían soluciones integrales que mejorarían la imagen de la ciudad en su conjunto, que repercutiría sin duda el interés de los foráneos por conocerla.
Puente de las Chirimías, cerca del que estaría ubicada la entrada al túnel |
Elementos como la seguridad pública, ruido del tráfico, oferta cultural, limpieza de las calles, etc., deberían sumarse sin duda al análisis propuesto, sumado a la protección y cuidado del patrimonio que últimamente está siendo atacado por vándalos sin escrúpulos. Además una cuidada señalización de las calles y de los puntos turísticos de elevado interés se unirían a la necesaria mejora de los accesos a la Alhambra, que deberían facilitar el trasiego de los visitantes atraídos por la ciudad en sí misma, sin forzar voluntades mediante elementos mecánicos como el ascensor propuesto.
Acerca de la propuesta concreta añadiré que espero sea desestimada, pues me parece que no aporta valor y sí puede causar un impacto en el entorno arquitectónico y arqueológico en el que se instalaría. Seguro que de las sucesivas reuniones de la comisión de expertos se pueden obtener soluciones más imaginativas y que consigan una mejor alineación con el ambicioso objetivo de aumentar el tiempo de estancia de los turistas en la ciudad, unido todo ello a la necesaria protección del patrimonio arqueológico, paisajístico y monumental.
En la parte positiva me quedo con la satisfacción de comprobar que existen organismos como la UNESCO y el Patronato de la Alhambra, entre otros, que se ocupan de analizar cualquier cambio o actuación que se pueda llevar a cabo sobre nuestro milenario tesoro ubicando en la Sabika. Lejos quedan ya los tiempos en los que las autoridades tanto locales como estatales miraban hacia otro lado en lo relativo al cuidado y protección de nuestro legado.
Debe contentarnos el ver que ya no es necesaria la intervención de personas como el periodista Luis Seco de Lucena, que fue portavoz de la indignación que causaba a principios del siglo XX el estado de abandono del patrimonio granadino, siendo la Alhambra el exponente máximo de tal desidia por parte de las autoridades. Gracias a personas como él y otros muchos durante casi un siglo consiguieron iniciar un camino de recuperación que desembocan en la creación de organismos como el Patronato de la Alhambra, con capacidad e independencia para organizar las actividades necesarias para su mantenimiento, y lo que es más importante, para controlar las actuaciones o intervenciones que se quieran realizar sobre este privilegiado lugar.
Sala de la Barca. Imagen tras el incendio de 1890. Estuvo en este estado durante muchos años |
Quizá exista en la actualidad una excesiva intervención política en lo referente a la gestión de este organismo y que genera un exceso de noticias de índole partidista que enmascara la magnífica labor de multitud de los profesionales que trabajan en su restauración y cuidado. Pero esto será mejor dejarlo para otra ocasión.
Para ampliar información, os dejo algunos enlaces de noticias publicadas sobre el tema:
+ Primeros resultados de las reuniones de la comisión de expertos
+ Reportaje de El País
+ Exposición de las opciones propuestas
+ Noticia en el diario El Mundo
5 comentarios:
Ninguna actuación puntual puede resolver un problema tan amplio como es la economía de una ciudad. Enhorabuena por esta entrada.
Simplificar tiene muchos riesgos.
Gracias por tu apoyo
Dos cosas: ni Torres Hurtado, ni ningún otro alcalde son quién para meter cuchara en un tema como es el principal monumento de Andalucía. Debe primar la conservación más que las veleidades políticas.
No le veo ningún sentido al ascensor. Sería como privar a la gente de pasar por los delciosos bosques del entorno.
Lo segundo: con este llevo tres comentarios que no has leído aún. Los dos anteriores eran para darte las gracias por la aclaración sobre los miradores. y por las tacas.
Veremos si ahora hay suerte. Por si las moscas copio-pego.
AG
Hola Alberto.
Al respecto del primer punto poco puedo añadir, más que indicar que cualquier propuesta puede ser buena si se hace con buen fin. Otra cosa es que existan organismos que hagan cumplir lo razonable.
Al respecto del segundo punto, el comentario de las Tacas no sólo lo leí, sino que fue respondido convenientemente (si es el comentario que aparece como Anónimo) y reitero el agradecimiento.
Es sin duda uno de los mejores momentos el comprobar que participáis activamente.
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Lo del ascensor es un auténtico disparate y, además, innecesario, pues la Alhambra estaría mejor comunicada simplemente con que los minibuses bajaran hasta la zona en donde hay más hoteles. He visto a muchos turistas coger el autobús del cementerio y luego quedarse frustrados al ver que no los dejaba en la misma Alhambra.
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