En esta ocasión no voy a describir esta magnífica obra realizada en tiempos del sultán Yusuf I, sino que recorreremos la sinuosa entrada, típica de esta época para lograr una mejor defensa ante cualquier ataque enemigo, para llegar a la que en la actualidad es una pequeña calle que nos permite llegar a la Puerta del Vino.
La mayoría de los visitantes realiza este camino mirando hacia la derecha, donde ya se vislumbra el majestuoso Palacio de Carlos V, y avanzan presurosos para encontrar cuanto antes los bellos palacios nazaríes. Sin embargo nosotros nos vamos a detener un momento en este foso y miraremos con atención a la izquierda, en donde encontraremos una muralla. ¿Qué podemos encontrar aquí de interés?
Pues bien, si nos fijamos en su aparejo observaremos pequeños sillares de un tono amarillento, es piedra de La Malahá, y se trata del refuerzo realizado en las murallas por los cristianos poco después de la conquista de la ciudad. Su procedencia es sin duda lo más llamativo, pues se trata de lápidas funerarias musulmanas, denominadas maqabriyas, en las que podemos encontrar inscripciones o epigrafías árabes y adornos en la zona exterior.
Detalle de una de las maqabriyas de la muralla |
Fue práctica habitual en estos años el utilizar la piedra de los lugares de enterramiento musulmán para diferentes construcciones, como ya indiqué en un artículo anterior que se usó la piedra del cementerio de Puerta de Elvira para la iglesia del Monasterio de San Jerónimo, o también en la iglesia de San Cristóbal en el Albayzín. En esta ocasión, en la muralla que nos ocupa, parece que su origen sería el cementerio (o maqbara) de la Sabika.
La escala de valores que en nuestro tiempo manejamos nos hace ver como increíble este tipo de acciones, pero deben ponerse en el contexto histórico en el que estas situaciones ocurrían, una época en la que tanto los cadáveres como los lugares sagrados enemigos se trataban con poco respeto, mezclado todo ello con una profunda influencia de la religión. No tiene sentido, en mi opinión, realizar un juicio moral acerca de lo que se está observando, siendo más oportuno realizar la reflexión que cada uno estime oportuna acerca de las acciones que el hombre es capaz de realizar, sobre todo contra su propia especie.
Un ejemplo más de que en lugares como la Alhambra cualquier rincón en el que nos fijemos tiene un pequeño secreto escondido, un elemento cargado de historia pendiente de que alguien realice su estudio y pueda ayudarnos a conocer un poco mejor lo que ocurrió.
Seguimos caminando...
4 comentarios:
Buenos días, la grandeza de internet es encontrar personas como usted con su sabiduría y/o estudio; mi lesionada rodilla me impide ya hacer locuras y entrenamientos duros, pese a mi corta edad y dilatada carrera deportiva :-), pero hoy visitaba de nuevo, esta vez solo (el domingo pasado fui con mis dos pequeñas y mi pequeña grande jajaja) y tan temprano tan temprano que no quise ni pasar a saludar a mi padre por el "Hotel San José" :-), pues visitaba de nuevo el aljibe de la lluvia y me he dejado llevar hasta plantarme en la silla del moro hasta caer frente al hotel Washington Irving...donde me he preguntado que sucedía con tremenda mansión, y una vez más he pensado, que cada vez soy o me están haciendo más antisistema...he pensado, COMO SIEMPRE LAS COSAS MAL HECHAS...al llegar a casa y fruto de mi interés por aprender, aunque luego todo se me olvida jajaja, he llegado por suerte ha su página web...que me ha hecho "perder" ya 2 horas jajaja...y quitarme dudas y preguntas...FELICIDADES Y GRACIAS, Jose Miguel Hidalgo
Buenas, Jose Miguel, y bienvenido.
Palabras como las tuyas son las que hacen que siga teniendo ánimo y ganas de seguir escribiendo, para conseguir que cuanta más gente quiera conocer, tenga la oportunidad de hacerlo de forma sencilla y libre. Y qué mejor que internet!
Añadir que recientemente han decidido utilizar el Hotel Washington Irving como futura Escuela de Conservación, para investigaciones en las técnicas de mantenimiento del patrimonio. Esperemos que sea un proyecto real y no se queden en el tintero, como otros muchos. Te dejo un enlace para que lo puedas ampliar: http://bit.ly/xUPtz0
Gracias.
Ya me que´de "de piedra" el otro día con la girola de S. Jerónimo y otra vez me dejas laìdado. Está muy claro que las religiones, entre otras finalidades, tienen la de machacar a los ajenos en nombre del dios de turno.
He pasado mil veces ese foso de entrada a la Alhambra y, como dices, he ido mirando a la derecha, jamás a la izquierda, así que me he llevado una gran sorpresa, que te agradezco.
Una últimacosa: si miramos un diccionario etimológico, nos dirá que "macabro" viene del francés macavre. Creo que es más que evidente que viene de maqbara, cementerio en árabe, tal como señalas.
Saludos,
AG
Muy buena investigacion sobre los muros, es tan interesante su blog!!
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