En esta plaza se disfrutan en verano unas maravillosas sombras gracias a los ya más que centenarios árboles (plátanos de sombra). Éstos han precisado de muchísimos cuidados en los últimos tiempos, sobre todo desde la construcción del anexo aparcamiento subterráneo que impide el acceso de sus raíces al cercano río Darro (embovedado en Acera del Casino), y que sin duda les dio el gran vigor que aparentan. Esperamos todos que se apliquen los cuidados necesarios para su mantenimiento y que puedan seguir dando sombra a todo aquel que la precise.
Podemos observar en centro de la plaza una fuente de mármol blanco (s. XIX) , flanqueada a izquierda y derecha por terrazas de establecimientos de hostelería que en mi opinión ocupan demasiado espacio para el tamaño de la plaza.
Si miramos a la derecha, podemos ver el espacio del que fuera castillo de Bibataubín, mandado construir por los Reyes Católicos (s. XV) debido a la posición estratégica del lugar. Pero resulta que antes fue un espacio ocupado por una puerta (Bib al Taibín) abierta en la muralla nazarí (a la que dedicaré una entrada por su gran importancia). Por tanto, si pensamos que la muralla se abría por esa puerta (siglo XIII), y que esta explanada ya existía, sería tarea compleja la de contabilizar el número de personas que antes que nosotros han paseado por este lugar.
Si seguimos avanzando en el tiempo, podemos decir que en el edificio en el que ahora se sitúa el restaurante Chikito, se situaba el café Alameda, famoso sobre todo por ser el lugar en el que se reunían entre los años 1915 y 1929 personas tan conocidas como Federico García Lorca y Manuel de Falla, entre otros. Eran tiempos en los que los cafés se erigían en foros de cultura y tertulia. El Rinconcillo se vino a denominar precisamente la tertulia a la que hago mención. ¡Qué interesante haber podido participar siquiera como oyente de tan ilustres tertulianos! Y qué importante sería que se recuperase el otrora hábito de comentar los aspectos de la vida con amigos y conocidos.
Imagen de principios del s. XX, en la que se observa el café Alameda, y se puede además comparar el tamaño de los árboles (plátanos) con respecto a los que actualmente disfrutamos. |
Si miramos ahora hacia el frente, podemos ver un edificio de arquitectura moderna, que no tiene demasiados admiradores, pero que ocupa el lugar en el que se situó en su día un teatro, que a lo largo de su historia (1810 - 1965) ha tenido varias denominaciones: Napoleón (por inaugurarse bajo dominio francés), Principal y finalmente Cervantes, y en el que se pudieron disfrutar muchos de los mejores artistas. La decadencia del edificio por la dejadez de las diferentes administraciones locales llevó a su desaparición y a la construcción del edificio que ahora "observamos" (con sorna también denominado Cervantes).
Al fondo, se observa el ya extinto Teatro Cervantes |
Y si miramos a la izquierda observamos un edificio ahora restaurado, que en su día fuera el hotel Alameda, que muchos de nuestros mayores recuerdan, ya que se hospedaban en él los más ricos visitantes de Granada de comienzos del siglo XX, por ser uno de los más elegantes de la ciudad.
Hotel Alameda, en una imagen de principios del siglo XX. |
Para situarla en el mapa
Seguimos caminando...
1 comentario:
Fantástico.
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