martes, 3 de septiembre de 2013

Crónica de la desaparición de la Puerta de Bibarrambla (o Arco de las Orejas)

Ya le dediqué una entrada de este blog a esta puerta (ver aquí) en la que describía superficialmente lo que sucedió en aquel año del siglo XIX para que un monumento de tal importancia llegase a desaparecer. Pues bien, aprovechando estos descansos estivales que te permiten tener algo de tiempo para estos menesteres me planteé un reto: encontrar la fecha exacta de su desaparición acompañado de los posibles documentos que pudieran describir tal atentado cultural.

Me sirvieron de guía algunos textos que indicaban que el diario "Defensor de Granada", dirigido por el ilustre Luis Seco de Lucena Escalada, que tanto se interesó desde su llegada a esta ciudad por su patrimonio, tanto en lo relativo a la difusión como a su defensa. Necesitaba por tanto acceso a una hemeroteca con los números de este diario del año 1884. ¡Ahí es nada!

Arco de las Orejas o Puerta de Bibarrambla en su ubicación actual en el bosque de la Alhambra


Pues bien, mi sorpresa fue mayúscula al encontrar que la hemeroteca virtual de Andalucía,  dispone de todos los números del Defensor de Granada digitalizados con acceso público a través de internet a los mismos. Son imágenes de cada una de las páginas, y me permitieron leer parte de nuestra historia y sobre todo encontrar lo que buscaba. No fue nada fácil teniendo en cuenta el número tan elevado de números y páginas que fueron escritas por este diario en los años analizados.

Traigo aquí, para que sirva a todos aquellos que quieren adentrarse un poco en nuestra historia reciente, un resumen de los diferentes artículos y noticias que en los años 1883 y 1884 he podido encontrar, en un relato en forma de crónica que intentará describir el triste destino de tan insigne puerta.

Año 1883

Durante este año, anterior al de la desaparición, se suceden una serie de noticias relacionadas con un trasiego de mensajes entre el Cabildo (Ayuntamiento) y el ministerio de Fomento, ya que este último era el responsable de la conservación del monumento, sobre todo tras su declaración como monumento público (en 1875). En esos momentos el arco está ya muy deteriorado, producto de la ausencia total de mantenimiento en una construcción cuya datación probable es el siglo XII (o XIII), sumado a los ataques que en esos años había sufrido por parte de la autoridad municipal.

Disponía de un andamiaje de madera dispuesto para evitar su ruina unos años antes (1879), que dejaba una especie de pasadizo para el paso de personas. Esta zona es precisamente el foco (o más bien la excusa) en el que se centran las quejas del Cabildo granadino, pues se acumulan basuras y otros restos en los resquicios del armazón de madera. Esto ocasionaba las continuas quejas de los vecinos y comerciantes de la zona.

Se encuentran por tanto noticias de las solicitudes del Cabildo al ministerio para su limpieza, como son: artículo del día 29 de julio de 1883 (ver imagen) en el que solicitan el permiso para su derribo al ministerio de Fomento, por ser "foco de inmundicia", así como la del día 2 de septiembre en cuyo resumen del "Cabildo Municipal" se solicita la gestión para su limpieza.



A la vez que se solicita esto último, también se suceden en el mismo tiempo las solicitudes del ayuntamiento granadino para la aprobación del expediente de destrucción del arco, dado su estado lamentable de conservación. Se puede leer el día 11 de noviembre de 1883, en el apartado del "Cabildo Municipal" en el que se cuestiona la situación del expediente citado de destrucción (junto con el convento de la Trinidad).

Curiosa cuanto menos es la respuesta del ministerio de Fomento, que no sólo no permite iniciar ninguna actividad que suponga la destrucción del arco, sino que más bien indica todo lo contrario. Hasta el punto de encontrar un par de noticias como la del día 24 de noviembre en la que incluye una nota del ministro de Fomento (Marqués de Sardoal) en la que se solicita la inclusión de la restauración del Arco de las Orejas con la dotación asignada para la Alhambra. O este otro del 13 de diciembre en el que indica que la "Dirección General de Instrucción pública ha expedido una real orden, recomendando al ayuntamiento de Granada que se instruya expediente para tasar las expropiaciones de los edificios colindantes al Arco de las Orejas y, una vez conocida la tasación, expropiarlos y reconstruir el monumento".

Termina el año en esa dicotomía administrativa y con un estado lamentable del monumento.

Año 1884

En este año, la información aparece con mayor profusión en los meses de verano, que parecen servir de prefacio al triste desenlace que aguarda en la conclusión del periodo estival. El día 2 de julio aparece en la página dos del diario la noticia  indicando que el alcalde ha enviado una comunicación al Gobernador Civil indicando el "bochornoso estado de suciedad en el que se halla" el trayecto del Arco de las Orejas. Continúa por tanto de nuevo el intercambio de mensajes entre una y otra administración. Consecuencia de esto, aparece el día 8 de julio la noticia por la que el alcalde comunica la inmediata limpieza del andamiaje, que se hace ese mismo día.

Este punto es interesante, pues el mismo diario aclara en la página 2 del día 12 de julio que con el desmontaje del andamiaje más bien se refería a las tablas de la valla, y no a los "espárragos sostenedores de la cimbra". Importante es este detalle, pues se cree desde hace tiempo que el ayuntamiento realmente desmontó el andamio completo, y parece por esta aclaración, que no fue así.



Como ocurrió en el año anterior, la administración estatal responde a los diferentes comunicados e informaciones que emite el ayuntamiento, como esta notificación que aparece en la página 2 del día 11 de julio indicando que el Gobernador Civil ha dado indicaciones a la Comisión (de monumentos) para que trate con el ayuntamiento de la ciudad y se acelere la restauración del monumento, en la parte que a éste corresponde.

En resumen, que durante todo ese tiempo todo fue un ir y venir de acusaciones de falta de responsabilidad entre administraciones, quedando patente el desinterés por solucionar el problema real que debiera haber sido la restauración de la puerta.

Un triste final

Llegamos sin solución de continuidad al periodo en el que se aceleran los acontecimientos. A finales del mes de agosto de 1884 se concentran una serie de noticias en el diario, debido al tratamiento que sobre el tema hace el ayuntamiento en sus diferentes reuniones. De esta forma, el día 17 de agosto en la descripción del "Cabildo Municipal" se indica la decisión del alcalde "Sr Gavilanes" que "con motivo de la reciente denuncia que respecto al arco de las orejas han hecho los arquitectos provincial y municipal, ha dispuesto se impida la circulación por dicho sitio". Es importante este punto, pues podemos imaginar lo que suponía esta decisión tanto para los vecinos como para los comerciantes de la zona que, como ahora, era una de las más importantes de la ciudad en tránsito de personas.



El día 21 de agosto aparece en página 2 del diario el informe que realizan los arquitectos municipal y provincial tras la revisión del arco. Indica este informe los siguientes términos:

"reconocido nuevamente el arco, ven que se han descubierto, al practicar el derribo de la casa inmediata, tras grietas interiores que existían en el muro de coronación del arco, por la parte queda a la calle de Salamanca, que, á consecuencia de esto, la fábrica se ha desligado del grueso del macizo y está en peligro de desmontarse hacia la vía pública; que, por la otra fachada, han notado que de los sillares de las enjutas, que forman solamente una enchapadura, se han desprendido dos dovelas, y las restantes presentan signos do su falta de enlace con la construcción, amenazando también desprenderse"

En este número del "Defensor de Granada" se hace descripción de las acciones pertinentes del ayuntamiento y alcalde en la solicitud al Gobernador Civil que proceda a desmontar el monumento por el peligro que supone para los viandantes, indicado en el Cabildo por algún concejal (Alonso Zegrí) solicita la " reconstrucción del arco empezando por desmontar sus piezas y llevarlas después al museo de antigüedades hasta tanto el Gobierno facilite los fondos que se han menester (sic) para terminarla". Por tanto, ya se comienza a tratar el asunto de "desmontar" el arco sin ningún tipo de ambages.

Se trata de nuevo el tema en la descripción del Cabildo del día 24 de agosto, en el que incluso hay una transcripción de la discusión entre concejales sobre el tema. De nuevo se habla de la necesidad de desmontar el arco para su restauración y evitar el riesgo de ruina notificado por los arquitectos. Eso sí, se indica que se deberán asignar fondos para su restauración.



Será el día 2 de septiembre en el que aparece una noticia (página 2) tan sorprendente como triste, según la cual llegan a Granada "secretas instrucciones" de Madrid, que ocasiona una visita al monumento tanto del alcalde como del Gobernador Civil acompañados de los arquitectos. En esta visita determinan el estado de ruina del arco y como consecuencia se llega al acuerdo de "desmontarlo". Al día siguiente aparece en la página dos del diario un breve indicando:

"Hoy se procederá al desmonte del célebre y maltrecho arco de les Orejas. Sus piezas serán depositadas en el Museo"

Es decir, será el día 3 de septiembre la fecha en la que se comience con las tareas de destrucción-desmontaje del monumento. La siguiente noticia que sobre el tema publica el diario será el día 14 de septiembre, indicando:

"Ayer quedó completamente derribado el histórico arco de Bibarrambla. Las dovelas de la cimbra y las dos bellas zapatas de los arranques del arco principal serán depositadas en el museo"
Una de las zapatas que cita el artículo, en la actualidad


Por tanto, estas son las fechas en las que desaparece una de las puertas más importantes de la muralla defensiva de la medina musulmana. Es decir, se cumplen en estos días 129 años desde que se cometiera aquel atropello al patrimonio y la memoria de los granadinos. El director del diario "Defensor de Granada", Luis Seco de Lucena, escribiría un artículo como epílogo a finales del año 1884, el cual por su extensión y calidad transcribiré en la siguiente entrada a esta.

Queda aquí mi aportación a la memoria de la Puerta de Bibarrambla, o del arco de las Orejas, con la información concreta publicada en aquellos infaustos años. Necesario es también un análisis de todo lo publicado, algo que también realizaré en otra entrada del blog.

Espero que le sirva de ayuda para todo aquel que quiera conocer en profundidad la historia de la desaparición de esta magnífica entrada a la ciudad.

Seguimos caminando...

1 comentario:

Alberto Donaire dijo...

De nada Luis. Tu agradecimiento y el de todos los lectores de este blog recompensan el esfuerzo.

Un saludo

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